Según se anunció a través del Environment News Service (ENS), en estos momentos se reúnen en Bonn miembros de la ONU que discutarán entre otros temas relacionados con el cambio climático y cara a la próxima reunión COP 15 en Copenhagen (que reevalúa las políticas establecidas en el Kioto), la acidificación de los océanos. Ya es oficial. Este grave desastre ecológico, la cara oculta del cambio climático, que amenaza la vida de nuestros corales y mariscos y toda la cadena alimenticia de los océanos, ya es un tema candente que requiere nuestra máxima atención.
El aviso acerca de esta amenaza ha sido publicado por la Royal Society, la academia de ciencia del Reino Unido, junto con academias de 69 países en todo el mundo, desde Argentina a Zimbabwe.
Martin Rees, el presidente de la Royal Society dice, "Todo el mundo sabe que la concentración cada vez más grande de CO2 en la atmósfera lleva al cambio climático. Pero el otro efecto medioambiental, la acidificación de los océanos, no ha recibido la atención política necesaria."
El informe de las academias se publicó el día 1 de junio en el momento de la apertura de la conferencia preparatoria de la ONU en Bonn. Las charlas que tendrán lugar en estos días en Bonn formarán las negociaciones de Copenhagen en diciembre, en las que será esencial llegar a acuerdos acerca de las reducciones de las emisiones de carbono para evitar cambios climáticos graves.
Los delegados en Bonn están considerando por primera vez un texto de negociación real que pueda servir de base para los gobiernos para empezar a redactar un acuerdo en Copenhagen. El texto de 53 páginas cubre los temas relacionados con una visión conjunta para la acción cooperativa a largo plazo, además de mayores acciones de adaptación, freno, financiación, tecnología y el desarrollo de capacidades. No obstante, el tema de la acidificación de los océanos no está incluido en el texto de negociacion, una negligencia que según las academias de ciencias podría ser catastrófico.
"Al menos que se corten en un 50% las emisiones de CO2 de aquí al año 2050 y más a partir de entonces, podríamos encontrarnos ante un catástrofe submarino, de cambios irreversibles con respecto a la biodiversidad marina," dice Rees.
"Los efectos se podrán ver a nivel mundial, amenazando nuestra alimentación, reduciendo la protección de las costas y dañando las economías locales, que serán las con menos capacidad para tolerar estos efectos," advierte Rees. "En Copenhagen, es imprescindible que se examine esta amenaza real y seria."
Para saber más acerca de lo que dicen las academias de las ciencias, pueden continuar este texto (en inglés) en el enlace del Environment News Service.